jueves, 2 de noviembre de 2017

EN LARAOS YAUYOS: TURISMO AUMENTA 20 VECES EN 4 AÑOS. JÓVENES CAMBIAN SU DISTRITO.

Una joven emprendedora está ayudando a cambiar el rostro de su distrito, Laraos, un destino otrora olvidado y hoy renacido, en plena sierra de Lima. ¿Qué le falta a este y otros destinos similares para convertirse en paradas obligadas de nuevos turistas? Clara Meza viajó a China para capacitarse en cómo mejorar el servicio. 
Fuente: Mincetur.   Allá por 2012, solo llegaban unos cien turistas cada año al distrito de Laraos, en la sierra de Lima. Fue entonces cuando Clara Meza convirtió la casa de sus padres en un hospedaje. Todos en la comunidad pensaron que era un esfuerzo inútil. Hoy, cuatro años después, llegan más de dos mil visitantes. 
Laraos queda a cinco horas de Cañete, en la segunda carretera hacia Huancayo. La actividad principal de sus habitantes es la agricultura. Destaca de entre el paisaje un sistema de andenes en las faldas de dos montañas, perfecta herencia ancestral, y también una imponente laguna llamada Cochapampa. Meza partió a Lima muy joven a estudiar contabilidad e inglés, aprendió a usar computadora y comenzó a trabajar en una fábrica textil. 
Al nacer su hijo, Adrián, volver a Laraos se convirtió en un paso obligatorio, ya que debía apoyarse en sus padres para criarlo. El caso de Meza es sintomático en Laraos, donde el éxodo de los jóvenes ha envejecido a la población. Casi todos los larahuinos de hoy superan los cincuenta años. Y los visitantes, acostumbrados a llegar hasta el popular Lunahuaná, por lo general recorren 100 kilómetros más para llegar hasta Huancaya, un nuevo destino que viene ganando fama. En el camino, pasan de largo por Laraos, sin detenerse a conocerlo. 
La vuelta de Meza produjo un cambio en el distrito, aún cuando ésta se produjo por necesidad. Empezó a trabajar en la municipalidad distrital, donde se dio cuenta que la captación de turistas podía integrar a toda la comunidad. Con todo, tomó algunos años inscribir a Laraos en el sistema del Turismo Rural Comunitario (TRC) del Ministerio de Turismo y Comercio Exterior (Mincetur). 
El camino del turismo. 
 El Turismo Rural Comunitario se desarrolla en zonas rurales, y su implementación, bajo mirada del Mincetur, tiene la misión de ser sostenible. Para ello, la población local se organiza e involucra para compartir sus costumbres y cultura con los visitantes. 
Así, desde 2012, el hospedaje de Clara ofrece alimentación, agua caliente e instalaciones a prueba del frío para al menos veinte visitantes. Donde antes solo se encontraban camas viejas y mala comida, lo que hoy reina en Laraos es el buen trato. El diferencial es la experiencia de convivir con la comunidad de Laraos. Todos los días se organiza una visita a los atractivos de la localidad: la laguna, las cuevas y los andenes. Del mismo modo, las ceremonias tradicionales como el pago de la tierra, rituales de carnaval o la pachamanca se realizan con la participación del visitante. “La mayor dificultad de Laraos es que no todos los pobladores están involucrados. Hay que convencerlos de que el turismo es importante”, señala Patricia Vinces, especialista en TRC del Mincetur. 
De hecho, en Laraos, aún persiste cierta división entre los miembros de la asociación –partidaria del turismo propuesto por el ente oficial– y los demás vecinos, quienes aún mantienen sus reservas. Esto se debe a que no todos los larahuinos sienten que el turismo los favorece, sino que el beneficio alcanza a unos pocos. También les parece que se requiere mucha inversión para implementar el TRC y ello los distrae de actividades como la agricultura. A esto se suma que no hay un vínculo directo entre los promotores del TRC y la municipalidad local. 
 El reto del Mincetur –como asesor– es reducir estas distancias con información, incentivando a que más proyectos de la zona se sumen al TRC. Cabe señalar que el ministerio no transfiere presupuesto ni brinda incentivos a las iniciativas. Es una guía y promotor en el desarrollo. También impulsan la participación de los proyectos en concursos nacionales y extranjeros, los cuales sí otorgan financiamiento. Laraos ya ha ganado dos premios, que les permitieron implementar el restaurante del distrito. 
Además, la iniciativa fue escogida para llevar a Meza, como representante, a una capacitación en China. Otro reto del TRC es que no debe incentivar la migración del campo a la ciudad, sino reducirla. Para ello, el turismo no debe verse como la actividad principal, sino como un proyecto que amplíe la posibilidad de desarrollo de los locales. 
En Laraos, la población es rotativa; vive gran parte del año en Lima o Huancayo, y solo vuelve a Laraos por fiestas. Las dificultades se incrementan con las brechas en infraestructura. Una de ellas son las vías de acceso: la carretera de Cañete a Laraos consiste en una ruta en zig zag constante de un solo carril para la ida y vuelta. Al pie del río Cañete, está en riesgo de quedar bloqueada por huaicos o crecidas del río. “Anteriores gobiernos prometieron hacer la carretera en dos vías, desde Cañete hasta Huancayo. Esperamos que este gobierno enfatice la necesidad de tener una mejor carretera”, señala Máximo, un agricultor larahuino que participa del TRC. 
 Para Raúl Asensio, historiador e investigador del IEP, la conectividad es indispensable para que los proyectos de TRC prosperen: el crecimiento de turistas depende de mejores vías de acceso y servicios ininterrumpidos. “Es algo que los expertos llaman autenticidad con seguridad”, señala. Pero en verano, la laguna sin agua se convierte en estadio de fútbol. 
 A largo plazo, Clara Meza sabe que la clave para crecer en turismo está en la diversificación. Cuando Laraos se inició en el turismo, las actividades incluían visitar los andenes y participar en la siembra. Ahora cuentan con una ruta que incluye lagunas, cataratas y pinturas rupestres. En diez años, se planea incluir trekking con llamas y otras formas creativas de deportes de aventura. Esto solo puede lograrse con la organización de la comunidad, donde no se deje de lado la sostenibilidad y la preservación del patrimonio prehispánico.
Foto: Clara Meza viajó a China para capacitarse en como mejorar el servicio.