
Sobre estos cuestionamientos, el consejero se comprometió a solicitar al gerente general de la región, la documentación completa de la obra para que se conozca el gasto.
Antes de retirarse Ulises Rodríguez, el alcalde lo obligo a firmar el acta, donde al parecer pretendía comprometer al consejero para que termine la obra en 30 días, es decir en menos del tiempo calculado por los ingenieros.
Frente a ello Rodríguez Lázaro se retiró del local con dirección a la plaza de armas, lugar donde el alcalde y sus seguidores le recriminaron por no firmar el acta, retándolo a competir en las próximas elecciones para el sillón provincial. Ulises Rodríguez fiel a su estilo respondió que primero solucione su problema de revocatoria y que rinda cuentas a su pueblo. Respondiendo además que él no podía firmar por que es consejero y la ley no le permite. Al respecto, pobladores de tauripampa señalaron que el alcalde subió con su portatil y estos no habrían tenido una buena conducta, por lo que comenzaron a elaborar una lista de supuestos golondrinos que viven en Cañete y no en el distrito mencionado, para denunciarlos y desterrarlos del distrito de Tauripampa.